dilluns, 30 de maig del 2011

Arcadi Oliveres

El petroleo tiene los dias contados



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Joan Caparrós

El plástico del futuro será de frutas y plumas

Cuando dentro de cientos de años los arqueólogos descubran algún vestigio de la sociedad de hoy, es probable que encuentren antes restos de basura que de arte o arquitectura. Desde que, en 1909, el químico estadounidense de origen belga Leo Hendrik Baekeland obtuvo el primer polímero sintético, la baquelita, vivimos envueltos en un mundo que depende del plástico, uno de los materiales más dañinos para el medio ambiente. Una botella de agua o un vaso desechable pueden tardar entre cien y mil años en ser asimilados de nuevo por la naturaleza.

En el planeta se producen más de 100 millones de toneladas de plástico al año, de las que un 10% acaba en el mar. Un altísimo coste natural, según Eben Bayer y Gavin McIntyre, fundadores de Ecovative, una empresa neoyorquina especializada en diseño ecológico. "Nosotros no fabricamos materiales, los cultivamos", explica Bayer.

Dell y Ford usarán un material a base de hongos creado en Estados Unidos

Su compañía ha creado un plástico natural y biodegradable, el EcoCradle, a partir de las fibras de los hongos, los micelios, mezcladas con desechos de plantas de procesamiento de algodón. "Queremos sustituir el plástico en todos aquellos productos en los que no tiene sentido su uso, desde ordenadores a televisores", afirman. "No entendemos cómo se puede fabricar material a base de benceno, que dura hasta 10.000 años, para usarlo en un embalaje y tirarlo. Es insostenible", asegura Bayer, quien presume de haber diseñado el primer plástico "vivo".

Los clientes de esta empresa, fundada en 2007, tienen que esperar dos semanas antes de que sus pedidos estén listos. "El EcoCradle tiene un periodo de crecimiento de cinco días", confiesa su creador. El plástico a base de hongos ideado por estos exalumnos del Instituto Politécnico Rensselaer (EEUU) es altamente biodegradable y se reintegra en el ecosistema en un plazo de entre tres meses y un año.

Premiada en Davos

Con limones, piñas y plátanos se fabrica una fibra reciclable y dura

El pasado enero, Ecovative fue una de las compañías más premiadas durante la celebración del Foro Económico Mundial en Davos. Poco después, firmó un acuerdo con el gigante de la informática Dell para convertir en sostenible el embalaje de sus ordenadores. Además, hace sólo unos días, la compañía automovilística Ford anunció que utilizará en sus vehículos el otro gran producto de Ecovative, el Greensulate, un aislante de fibras de hongos que es más barato, ecológico y ligero que las espumas tradicionales, además de ignífugo. Ford sustituirá más de 15 kilos de material aislante de derivados del petróleo por esta solución alternativa. Con apenas 30 años, Bayer y McIntyre pueden revolucionar un sector que genera un volumen de negocio de más de 20.000 millones de dólares al año.

La industria automovilística también podría sufrir un cambio radical si un grupo de científicos brasileños con base en EEUU culmina con éxito el desarrollo de fibras de nanocelulosa a partir de limones, piñas y plátanos. Este compuesto frutal reciclable, similar al plástico y tan duro como el Kevlar, podría usarse para diseñar piezas de vehículos.

Según el director del proyecto, Alcides Leao, la nanocelulosa es hasta un 30% más ligera que los laminados de plástico que actualmente se utilizan y con apenas un kilo de compuesto se pueden obtener hasta 100 de fibras de plástico ecológicas. "Estamos convencidos de que, en un futuro, la mayoría de las piezas de los coches, entre ellas el salpicadero o los parachoques, se fabricarán con fibras de fruta", señala Leao, que con su solución espera "reducir el peso de los vehículos y mejorar el consumo de combustible".

Leao y Ecovative no son los únicos que están tratando de buscar alternativas más sostenibles a los plásticos. YiqiYang, profesor de Bioingeniería de la Universidad de Nebraska, se ha propuesto que los millones de plumas de aves que acaban en la basura cada año se conviertan en los sustitutos del petróleo. Las plumas, como las uñas o el pelo, están compuestas principalmente por queratina, una proteína que, aplicada a la actual fórmula de fabricación de plásticos, podría aumentar su fuerza y reducir su peso. Según Yang, las plumas podrían alcanzar hasta el 50% de la composición de los plásticos, con lo que se reduciría la dependencia de derivados del crudo como el polietileno y el polipropileno. Para Yang, "las plumas son actualmente un desecho, pero tienen grandes propiedades que podrían convertirlas en una alternativa económica y sostenible a los materiales sintéticos".

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Joan Caparrós

dimecres, 18 de maig del 2011

La vieja historia

Un tema recurrente, por aquellos que quieren correr más de lo permitido, es la aparente incongruencia de que se permita la fabricación de vehículos que pueden correr a 160 Kph o más, y que luego se limite la velocidad máxima a poco más de 100Kph
Con la tecnología actual, fabricar un vehículo cuya velocidad máxima no excediese de 120Kph, en llano claro, tendría unos efectos secundarios curiosos.
Como con un motor de 500 o 600cc sería suficiente, habria que hacerlo girar al régimen máximo, 6.000 o 7.000 rpm aprox., con lo cual el consumo de combustible se dispararía de forma espectacular, duplicando o triplicando el consumo de un motor mayor girando a un regimen civilizado de 3.000 ó 3.500 rpm..
El ruido interior sería tan insoportable en casi cualquier viaje que el interior tendria que estar diseñado con materiales de vehículo de lujo, con el encarecimiento correspondiente del precio de compra.
La duración del motor, con esos regimenes de giro, se reduciría drásticamente, dudo que un motor en uso "normal" hiciera más de 10.000 Km, sin "rendirse", sin hablar averias serias durante su corta período de vida útil.
Al tener que circular siempre en el limite, o por encima, del régimen de potencia máxima, cualquier intento de aumentar la potencia para subir un "repechón" o sortear una situación de urgencia en caso de apuro, sería contestado por el vehículo con un invisible, pero notable, corte de mangas.
En fín, que nos íbamos a reir un montón conduciendo.
Una alternativa, con la adición de tecnologias digitales en la gestión de los parámetros de funcionamiento de un vehículo, sería la limitación por "software" de la velocidad, con lo cual se veria seriamente comprometida la venta de vehiculos "potentes".

dimecres, 11 de maig del 2011

Menos consumo y más salud



Consumo responsable
 
Maravillado estoy por la cantidad de “opositores” a la reducción de la velocidad máxima, por autopista y autovías, de 120 a 110 Kph, incluido el Fernando Alonso de las narices.
Creo que los que protestan no son mayoritariamente aquellos que respetan los límites de velocidad establecidos, sino más bien los que habitualmente se la pasan por el arco del triunfo aunque sea con mala conciencia.
Creo que no se han tomado la molestia de comparar la diferencia, tanto de tranquilidad como de consumo de combustible, bajando la velocidad de circulación, no solo a 110 Kph, sino a 100 por hora.
¿Qué quieres llegar a la misma hora que circulando a 120 Kph pero haciéndolo a 100 Kph? Bastará con salir de casa 10 minutos antes por cada 100 Km que vayamos a recorrer. O quizás menos, porque al bajar la velocidad de crucero, la velocidad media se aproxima más a la de crucero.
Garantizado que se pueden hacer muchos más Kilómetros de los que parece, y sin llegar al final del viaje con una tensión de la que necesitamos más de los 10 minutos extras por cada 100 Km recorridos para recuperarnos.
Ahorraremos gasolina, salud y disfrutaremos del viaje como quizás habíamos olvidado. Y sobre todo y principalmente iniciaremos el camino para darle una oportunidad al futuro.