dimecres, 18 de maig del 2011

La vieja historia

Un tema recurrente, por aquellos que quieren correr más de lo permitido, es la aparente incongruencia de que se permita la fabricación de vehículos que pueden correr a 160 Kph o más, y que luego se limite la velocidad máxima a poco más de 100Kph
Con la tecnología actual, fabricar un vehículo cuya velocidad máxima no excediese de 120Kph, en llano claro, tendría unos efectos secundarios curiosos.
Como con un motor de 500 o 600cc sería suficiente, habria que hacerlo girar al régimen máximo, 6.000 o 7.000 rpm aprox., con lo cual el consumo de combustible se dispararía de forma espectacular, duplicando o triplicando el consumo de un motor mayor girando a un regimen civilizado de 3.000 ó 3.500 rpm..
El ruido interior sería tan insoportable en casi cualquier viaje que el interior tendria que estar diseñado con materiales de vehículo de lujo, con el encarecimiento correspondiente del precio de compra.
La duración del motor, con esos regimenes de giro, se reduciría drásticamente, dudo que un motor en uso "normal" hiciera más de 10.000 Km, sin "rendirse", sin hablar averias serias durante su corta período de vida útil.
Al tener que circular siempre en el limite, o por encima, del régimen de potencia máxima, cualquier intento de aumentar la potencia para subir un "repechón" o sortear una situación de urgencia en caso de apuro, sería contestado por el vehículo con un invisible, pero notable, corte de mangas.
En fín, que nos íbamos a reir un montón conduciendo.
Una alternativa, con la adición de tecnologias digitales en la gestión de los parámetros de funcionamiento de un vehículo, sería la limitación por "software" de la velocidad, con lo cual se veria seriamente comprometida la venta de vehiculos "potentes".

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